Antorcha para mis hijos
- Sasha Alberto Klainer Berkowitz
- 2 ago
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Por Sasha Klainer
Tomad la luz, hijos, la que arde en mí,
no es llama mía: viene de otros fuegos,
de antiguos corazones
que ardieron sin testigos
para que hoy tengáis cielo y abrigo.
No os pido que la lleven sin temblar,
sino que alumbren bien con ella el paso.
Que no se os duerma el alma
ni el gozo se os marchite,
que cada instante cuente, que lo vivan.
Buscad en cada día un claro sí,
una razón que empuje hacia la cima.
Y si la niebla baja,
confiad en la memoria:
hay voces en las piedras que os sostienen.
Vuestros abuelos, sabios sin altar,
vigilan desde estrellas invisibles.
Los vivos que os rodean
también son faros fijos:
escuchad su silencio y sus heridas.
No siempre hallaréis mapa ni señal.
El mundo no se pliega a nuestros sueños.
Mas quien camina entero,
aunque se caiga mil veces,
hace de su dolor semilla nueva.
No quiero daros oro ni prisión,
sino esta antorcha: vida con sentido.
Tomadla con coraje,
mirad al horizonte,
y haced que arda más viva en vuestros hijos.

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