Bitácora desde el tráfico #2: Los rostros que olvidamos mirar
- Sasha Alberto Klainer Berkowitz
- 26 may
- 1 Min. de lectura
Hoy, atrapado entre coches y avenidas, me crucé con decenas de rostros.
La mayoría, invisibles ante el trajín diario y la vorágine de frenética prisa colectiva.
Un niño vendiendo dulces, una abuela cargando bolsas, un adolescente con uniforme escolar y mirada cansada.
También vi a personas apuradas, tensas, atrapadas en la celeridad de su impaciencia. Y noté algo: muchas se desarmaban con una sonrisa. Bastaba un gesto amable para romper la armadura del enojo. Pensé en cuántas veces pasamos junto a vidas enteras sin verlas.
En la escuela sucede igual: a veces educamos sin mirar de verdad. Sin detenernos en lo que hay detrás de cada alumno, cada colega, cada historia. Quizás la educación empieza por eso: por mirar con atención, con respeto, con presencia. Y por recordar que una sonrisa —incluso en el caos— puede abrir una grieta por donde entre la humanidad.
Hoy, el tráfico me enseñó a mirar más profundo, a andar más lento y a conectar con otros seres sin necesidad de palabras.
—Sasha Klainer
Director General del Colegio Bilbao
Autor de Ecos de Utopía y de El Diablo Algorítmico
Y la serie de Bitácoras desde el tráfico

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