Voces unidas: Reflexión y Acción en el Día Internacional de la Mujer

Por Sasha Klainer

Hoy, el 8 de marzo, nos detenemos a reflexionar y a dar espacio a las voces femeninas que resuenan con fuerza, buscando hacer visible lo que moviliza a la sociedad hacia un cambio necesario. Este día no se trata de felicitaciones por ser "el ser más bello del planeta", sino de conmemorar y, más importante aún, de aprender de aquellas mujeres que han luchado incansablemente por un espacio justo en todos los ámbitos de la vida.

A pesar de los avances que se han logrado como sociedad, el camino hacia la igualdad de género y la equidad aún es largo y está lleno de obstáculos. Es absurdo pensar que las mujeres tengan que demostrar algo para ser tratadas con justicia y respeto, como si su valor dependiera de factores externos. Aunque para algunos esto pueda parecer un tema superado, la realidad y la historia nos demuestran lo contrario. No podemos cerrar los ojos ante las desigualdades que persisten, y es nuestro deber adoptar una mirada crítica y comprometida para transformar nuestra sociedad.

En el Colegio Bilbao, estamos profundamente comprometidos con construir una comunidad donde la equidad, la igualdad de género, la cultura de paz y la libertad con responsabilidad sean pilares fundamentales. Nuestra misión educativa busca formar seres humanos sensibles e inteligentes que contribuyan a una convivencia armoniosa, no solo entre nosotros, sino también con nuestro entorno natural.

Reconocemos la importancia de cada individuo en nuestra comunidad, valorando las diferencias y fomentando un espíritu de colaboración y respeto mutuo. Estamos dedicados a sembrar semillas de cambio, una persona a la vez, comenzando por nosotros mismos. En el Colegio Bilbao, no exaltamos las diferencias de manera negativa, sino que las abrazamos, permitiendo que cada uno aporte su individualidad para enriquecernos mutuamente.

No se trata de competencias, enfrentamientos de género ni subordinaciones, ni de descalificaciones o discriminación, pero debemos de entender que este día es para hacer visible y cambiar una serie de percepciones que incluso involuntariamente han contribuido que de facto en la realidad de muchas civilizaciones, desde hace tiempo se presente una pendiente inclinada que todavía no termina de emparejarse como debería, por absurdo que esto nos pueda parecer en esta época, en la actualidad pasan cosas que racionalmente no se explican cuando hablamos de dignidad humana, que es exactamente la misma sin consideraciones de género, sin importar limitaciones o tener que acomodarse a los prejuicios de individuos o sociedades.

Este 8 de marzo, reafirmamos nuestro compromiso con la lucha por los derechos y libertades de las mujeres, que históricamente han tenido que luchar por algo que les corresponde de manera natural y sin que nadie tenga que concederles nada, conscientes de que cada paso que damos hacia la inclusión, la igualdad, la equidad y el respeto mutuo nos acerca más a la sociedad que imaginamos y deseamos construir, una donde podamos educar mejor a las generaciones siguientes. Creemos firmemente que, con la ayuda de las nuevas mentalidades, podemos transformar nuestra realidad para alcanzar un equilibrio entre lo ideal y lo posible, entre lo que es y lo que debe ser, entre lo utópico y lo tangible, donde la justicia, la equidad y la igualdad de género sea una realidad orgánica y sostenible, que no tenga que mendigarse o imponerse o estar sujeta a que otros quieran concederla, observarla y respetarla.

Juntos, podemos lograr un mundo mejor, basado en la superación humana y el respeto por la naturaleza.

La reflexión que hemos propuesto es un poderoso recordatorio de la importancia de este día y de nuestro papel activo en la promoción de la equidad y el respeto. Pero más allá de símbolos, reflexiones y palabras, para simbolizar y sensibilizar respecto de la unidad y el empoderamiento de las mujeres en todo el mundo, en el marco del significado del Día Internacional de la Mujer, debemos ser congruentes en pensamiento y acciones para que todos y cada uno de nuestros días se viva plenamente lo que aquí se ha dicho.